¿CUÁNDO VISITAR A TUS PADRES?
¿CUAL ES TU DINÁMICA RELACIONAL?
¿Cuándo es el tiempo saludable para visitar a tus Padres? ¿Cuándo necesitas algo de ellos? ¿Cuando tienes problemas? ¿Cuándo todo está bien?
La dinámica relacional de la familia es un activo al que le debemos dar atención aún antes de casarnos, ya que la familia es considerada como el primer grupo al cual pertenece el ser humano y en ella se moldean e incorporan las principales pautas de comportamiento, que influye en las habilidades sociales y el desarrollo de los hijos. Es en ese vinculo donde aprendemos la competencia social, resolución de conflictos, asertividad y el comportamiento adaptativo que a su vez se reflejará en el diario vivir.
El trabajo y las actividades que tenemos cada día hace que nuestra vida social se limite a mensajes de textos, Whatsapp, FaceTime o interacciones en las redes sociales. Pero siempre hay algún momento en el que nos damos cuenta de que entre tantas actividades nos está faltando un respiro, una charla, un abrazo: un contacto directo y personal con quienes amamos. Y ahí es cuando vamos a visitar a nuestros padres o a nuestros abuelos… Pero sería más saludable para ellos (y para nosotros) si hiciéramos más seguido esas visitas. Más compañía, más expectativa de vida.
Aunque, las familias disfuncionales ven los años pasar entre heridas sin sanar, problemas sin resolver y necesidades sin cubrir que hacen las brechas mas profundas y distantes en las relaciones familiares y que se van agravando en la vejez. Está también comprobado que los adultos mayores le dan un gran valor a las relaciones, y han logrado desarrollar habilidades relacionales, fruto de la experiencia de toda una vida. Rosemary Blieszner, profesora de Desarrollo Humano en Virginia Tech, comentó a The New York Times que nuestros abuelos han tenido toda una vida para perfeccionar las habilidades relacionales: «Son bastante tolerantes con las imperfecciones e idiosincrasias de sus amigos, más que los adultos jóvenes. Cuando creces cada vez tienes más experiencia en cuanto a las relaciones. Sabes por lo que vale la pena luchar y lo que no».
Entonces, cuando es el tiempo saludable para visitar a tus padres o abuelos?
Bueno, cuando somos niños vamos con gusto si nos llevan, de jóvenes se hacen mas forzadas las visitas y de adultos, generalmente vamos de pasada, apurados, necesitados, cansados, en problemas, o no vamos con frecuencia a menos que sea por urgencias, cumpleaños, navidad o acción de gracias, si se puede. Tomamos por garantía la vida de los viejos, su amor, su paciencia hasta que de pronto ya no están ahí. Si ésta es tu dinámica relacional es urgente un cambio.
Cuando nuestra última hija Beth se casó en Columbus OH, en febrero de 2014, el despedirla con su esposo para ir a vivir tan distante de nosotros hasta Birmingham, UK. fue muy triste, por cuatro años oré y lloré estar lejos fisicamente, pero le pedía a Dios que nos permita un día vivir cerca, y en el centro de su voluntad. Amigos, seguí orando y en el tiempo oportuno, Dios me escuchó y trajo a mi hija y a su esposo felices a vivir en Miami, les ha abierto puertas, con trabajo, amigos y comunidad.
Dios responde la oración!!! Sigue orando, sigue creyendo, Dios a su tiempo te va a contestar, si deseas una relación cercana y creciente con tus hijos, padres o abuelos.
Hoy, al tener a mi preciosa Beth Harper, aquí en casa he pensado con profunda gratitud en nuestra relación, ella vino a cenar conmigo al terminar mi Ayuno de Ester y los días fueron pasando y ya es una semana y un día que hemos estado juntos. Esta visita casual, ha sido distinta porque mientras nos reímos felices disfrutando nuestros arrullos, besos, abrazos, comer, ver televisión, trabajar, orar y dormir juntas, sin ninguna razón, solo por el gusto de disfrutarnos; ver a su padre consentirnos y procurarnos todas las atenciones, me ha hecho meditar en la triste realidad de padres o abuelos solitarios, amados pero abandonados. Después de esta cuarentena y distancia social donde nuestro corazón apretado por no haber podido abrazarla como siempre, ahora me siento con el tanque emocional lleno de felicidad, pero lo pongo en mi blog solo para inspirarte a la creatividad con tus padres y abuelos. Gracias Beth, por venir a estar con nosotros, sin planes ni expectativas, solo para disfrutar nuestro tiempo juntos, por supuesto gracias a la bendición de Steve su esposo y a que en este tiempo su trabajo es desde casa. Qué Dicha! Me siento afortunada! Estamos bendecidos por Dios!
¿Cuándo visitar entonces a nuestros padres? el momento es hoy, mañana o tan pronto que intencionalmente te dispongas a hacerlo, sea que necesites o no de ellos, con problemas o sin problemas. No planees tanto, solo visita a tus padres de acuerdo a las circunstancias de familia que tengas y construye una relación de amor, confianza, paciencia, salud y felicidad. Viaja solo por ellos, llama, conecta el corazón con ellos y sánalos. Si no puedes resolver nada, solo mantente cerca con amor y sin manipulaciones. Se lo merecen! Además, Dios honra a los que honran a sus padres.
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Mucho Cariño,
Pastora, Clotilde Julca