LEVÁNTATE Y RESPLANDECE

AYUNO DE ESTER ONLINE

Cuando termina un tiempo tan glorioso como el AEO, con 117 hermosas damas, de mas de 12 países, quisiera atravesar el aire y mirarlas a los ojos y darles un gran abrazo y beso y tomarlas de la mano y decirles personalmente, “Te felicito por priorizar tu tiempo para buscar a Dios en humildad, ayuno y oración” “No estás sola, somos Muchas! somos el remanente fiel! y la Gloria del Señor será vista en nosotras.” Dios ha derramado su gloria sobre nosotras en un tiempo pandémico por el Covid-19 que jamás olvidaremos, como lo hizo sobre Israel en el tiempo del profeta Isaías.

El Profeta Isaías dice: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”. (Isaías 60:1, 2).

¡Levántate y resplandece! Parece ser que Dios le dijo estas palabras a una persona que estaba caída, sentada u oprimida, alguien que no estaba alumbrando o que no tenía nada para dar. Sin embargo, Dios, que llama las cosas que no son como si fuesen, el Dios que hace de la nada, todo, el Dios de los imposibles, quien de las tinieblas hace la luz, así como en medio de las tinieblas dijo: “Haya luz”, a uno que está apagado, turbado, cansado, agobiado, impotente y débil, hoy le dice: “Levántate y resplandece porque ha venido tu luz”.

Yo le he pedido al Señor una palabra para ti hoy, por lo tanto, este mensaje no se me ocurrió a mí y te lo comparto con fe, a ti que tienes el corazón abierto para recibir la palabra de Dios. La realidad es que el Señor siembra su semilla que es su palabra, pero ésta no siempre cae en buena tierra y si tu tierra es fértil entonces esta palabra dará fruto. Y aunque no lo seamos, cuando nos humillamos, ayunamos y oramos, Dios se encarga de preparar la tierra de nuestro corazón y hacerla fértil.

La segunda parte de Isaías 61:1: “Y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Aquí el Señor habla en tiempo pasado, o sea que ya fue hecho. ¡Hoy te lo dice pero ya ha ocurrido! 

Los que creen, tienen la virtud de arrebatar la palabra de Dios, no es cuestión de pensar cómo se aplica esto en mi vida porque quien tiene fe, declara: “¡Esto es para mí, lo tomo!”. La persona que tiene fe no necesita muchas explicaciones. Dios suelta su palabra: “Levántate y resplandece”, y aquel que no tiene nada para dar, que está en tinieblas, de pronto comienza a resplandecer, no porque lo entendió sino porque Dios lo dijo y la persona lo creyó.

Mucho más fuerte es lo que el Señor declara en Isaías 60:2: “Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”.

Dios te dice que las personas verán en ti una luz especial, otros verán en tu vida la gloria de Dios, ¿por qué? ¡Porque Dios lo ha dicho! ¡No tienes que tratar de entender esto, tienes que creerlo! Te lo digo yo que me ha tocado estar en situaciones muy complejas, por lo que me costaba entender que la luz y la gloria de Dios estaban sobre mí. 

Atravesando un periodo muy difícil en mi vida y un desierto muy grande en mi hogar y ministerio. Un día la pastora María Ramos una sierva legendaria en Panamá, en su oficina, me dijo que veía una luz resplandecer alrededor de mi cabeza como un áurea y mientras me hablaba y ella adoraba a Dios en lenguas, empezó a profetizar y Dios me dijo a través de ella, lo que te estoy compartiendo y créeme que nunca más me pude olvidar de Isaías 60 versículos 1 y 2. ¡Esta palabra quedó clavada en mi corazón! Cuando yo creía que no tenía nada, Dios me dijo: “Levántate y resplandece porque ha venido tu luz” “Avanza, Avanza, Avanza.” Entendí una vez más, que esa es la voluntad de Dios. Tenemos que levantarnos y caminar sin tratar de entender el por qué, y solo creer en la palabra de Dios. 

Como mi esposo y mis tres hijos nos ha tocado vivir tiempos de crisis, transiciones de la vida, escasez, injusticias, presiones ministeriales, familiares, financieras etc. Recuerdo un inolvidable día, donde aun la leche de mis bebes faltó. Es en esos tiempos donde aprendí a buscar a Dios desesperadamente. Muy jóvenes habíamos dejado nuestra tierra natal, para ir a las misiones, las cosas no habían resultado como esperábamos, yo pensaba que si Dios me mandaba a las misiones íbamos a explotar la ciudad pero resulta que quien explotó fui yo. Sentí que Dios nos dijo como le dijo a Abraham: “Vete de tu tierra y de tu parentela a la tierra que te mostraré”. Con el tiempo me fui dando cuenta que esa tierra se trataba de procesos, lugares, personas y sobre todo relación íntima con El y transformaciones para cumplir sus propósitos.

En esas situaciones conflictivas escuché Isaías 60: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Dios cambió mis perspectiva y cosmovisión de todo al forzarle a mi cerebro al creerle por encima de mis circunstancias.

Yo no tenía idea en ese tiempo de que iba a guiar a muchas mujeres en el Ayuno de Ester, ni se me había pasado por la mente, que un día lo haríamos aún “online”. Yo era una joven atraída por los ayunos y afanada por servir a Dios, criar mis hijos, tener un buen matrimonio, ayunaba sola todos los días de mi cumpleaños con mi guitarra en algún templo, con un idilio por Dios y su presencia.

Hay un día como lo es hoy para ti, y como lo fue para mí hace muchos años atrás, que Dios te seduce a buscarlo en medio de tus crisis para que lo conozcas de verdad y te levantes en su nombre. Hay un día especial, para que El impregne su esencia en tu ser y haga resplandecer tus frutos con su gloria por que ¡Su palabra ha hecho la obra en tu vida!.

Ya no importa cuales sean las circunstancias que estoy viviendo porque ahora sé que existo para alumbrar. ¡Existo para manifestar la gloria del Dios viviente y Dios en su fidelidad hace cosas nuevas!

Si Dios dice: “Yo soy tu luz y mi gloria estará sobre ti”, ¡es Dios el que habla! Y no te traigo una palabra que se me ocurrió a mí, yo le pedí a Dios que te hablara y el Señor te dice hoy: “¡Levántate y resplandece! ¡No mires tu pasado! ¡No pongas tu mirada en tus problemas y necesidades!” ¡Mira a tu Dios que te dice: “La gloria de Jehová ha venido sobre ti”!

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Mucho Cariño,

Pastora, Clotilde Julca